El distanciamiento social acapara todos los ámbitos. Pero ésto no es un impedimento para que la gente alrededor del mundo siga disfrutando de la música en vivo.
Todos sabemos que el COVID-19 frenó al mundo. Muchas industrias pararon sus producciones completamente y la musical no se quedó afuera. En Dinamarca y Alemania, empezaron a buscar alternativas para solucionar éste problema y, más allá de recitales online, decidieron brindar conciertos para gente en sus autos para mantener la distancia social. En Alemania fue una discoteca la que decidió implementar esta nueva modalidad.
En Dinamarca tuvo lugar en Aarhus, una ciudad del norte. No es muy común tener auto en éste país, ya que suelen manejarse todos en bicicleta, inclusive la gente de clase alta, pero igualmente al evento asistieron 500 personas. Pudo escucharse por radio y por la aplicación del momento, Zoom.
“El día que nuestro Primer Ministro cerró el país, decidimos hacer algo al respecto. Hicimos una lluvia de ideas durante toda la noche y decidimos que sólo porque haya COVID-19 no significa que la cultura esté muerta. Todo lo contrario, queremos que esté viva.”, relató Mark Chemnitz, el cerebro detrás de ésta idea.
Según él, su esperanza y objetivo es difundir buena energía porque cree que ésto crea olas de mayor buena energía y es lo que se necesita en éstos tiempos.
Hubieron muchos momentos mágicos en el escenario. Un padre llevó a su hijo de 12 años al concierto, lágrimas corrían por sus caras, eran lágrimas de alegría y felicidad. El padre contó que su hijo sufría de ansiedad extrema, y esa era la primera vez que había estado en una audiencia y sentía que era parte de algo.
“Durante unos minutos, todos estuvimos juntos pero separados, y fue hermoso”, compartió el padre del niño.
Jill, de 30 años, fue al concierto con su mejor amiga, se enteró del recital por un anuncio en Facebook, y cuando vió que iba a cantar Mads Langer, no lo dudó ni un segundo.
Estuvieron en la fila 3, muy cerca del escenario. Cuando el concierto terminó, los organizadores empezaron a guiar a los autos para que salgan de a uno. Finalmente cuando estuvieron afuera, había mucha policía para ayudar con el tráfico, así que no les llevó más de 15 minutos poder salir.
Tiene pensado ir a un show de comedia, que se brindará de la misma modalidad, en el mismo lugar. Para ella fue una muy buena experiencia, pero rara a la vez.
“Normalmente en un recital vibras y sentís la música con mucha gente a tu alrededor, y estar en tu auto no es lo mismo. Del 1 al 10, lo puntuaría con un 8”, dijo Jill.
Manuel Pizarro es productor de eventos musicales en Sudamérica hace varios años, y habló sobre la posibilidad de traer ese formato a la Argentina. “Tengo entendido que hay gente analizándolo” contó.
Lo primero a analizar es en qué locación sería, y en base a eso, la magnitud del evento. Lo más importante a la hora de una autorización del gobierno, es tener bien preparado un protocolo para poder realizarlo con distanciamiento social evitando el contacto entre la gente.
Él cree que va a haber algún tipo de concierto o de cine de ésta forma, que en principio pueden ser de dos maneras, que sea a través del gobierno, o a través de patrocinadores, de marcas importantes que son las únicas que pueden llegar a costear un evento así.
En cuanto a nuestra pregunta sobre cómo ve el futuro de la industria musical. “Yo creo que se va a reactivar mucho antes de lo que pensamos. Leo y escucho a mucha gente fatalista diciendo que hasta mitad del año que viene no va a haber conciertos y demás, pero que se va a terminar acomodando antes de lo esperado. Todo éste parate perjudica mucho a mucha gente, a muchas producciones y a muchos equipos de trabajo, va a costar varios meses de recuperación, pero la industria de la música siempre se reinventa y no creo que ésta sea la excepción”, manifestó.
La semana pasada el SADAIC (Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música) sacó un comunicado sobre posibles tarifas a los artistas, seas socios o no, que decidan transmitir mediante sus plataformas digitales sus conciertos. $250.000 por la difusión por internet, y hasta $400.000 para internet y otros medios.
Fuentes cercanas dicen que ésta reglamentación no fue consensuada con casi nadie, la mayoría de los músicos asociados son gente de entre 60 y 80 años y que la participación de la nueva generación de músicos es casi nula. Ésta semana sería la reunión anual del SADAIC y se calcula que asistirán varios artistas para involucrarse y poder cambiar éste fallo.
-lucila losinno.
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